Llegado ya el momento de la separación

NO estás solo – LLdM
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Hay tantas cosas que quiero decir, tanto que contar. Lo que ellos [el gobierno] han hecho me ha traumatizado a mí y a mis hijos…. Destruyeron mi vida…. Ahora es una lucha diaria recomponer mi vida y la de mis hijos. Porque es como un rompecabezas… y con todo mi corazón, quiero volver a juntar todas las piezas. Pero cada noche no puedo dormir, y durante el día intento vivir, pero nada tiene sentido. Los recuerdos se arremolinan…. Siento que no encuentro la solución. El presente y el futuro no tienen sentido. Lo único que quiero es volver atrás en el tiempo y no haber vivido todo el dolor, la angustia, la ansiedad. Arrancar a una madre de su hijo destruye la vida de ambos para siempre…. Arruina una vida. Una madre sólo intenta hacer y quiere lo mejor para sus hijos. Cuando separas a un niño de su madre, le quitas su fuerza… sus esperanzas, sus sueños, sus metas. Les hace sentirse frágiles… en peligro e indefensos. Porque eso es lo que las madres somos para nuestros hijos… somos su fuerza. No tienes ni idea del enorme daño que has causado. Ni la madre ni el niño pueden volver a tener una vida normal. Al contrario, quedan marcados para siempre. No podéis hacer eso; no podéis separar [a las familias], porque no hay mayor dolor que el que se puede causar cuando se separa a un niño de su madre.
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Decidí crear una Liturgia de Sanación para las familias reunificadas, ya que personalmente me he sentido muy dolida por la situación que todos estos padres y cuidadores tuvieron que vivir con sus hijos. La crueldad de su separación y detención, además de todo el trauma que les causó, requiere una curación física, mental y espiritual.
Decidí que un parque sería un gran espacio, especialmente durante el verano, porque se podría hacer aunque la pandemia siguiera, es un espacio abierto, con sol y los niños y cuidadores podrían pasar tiempo allí después de que acabara la liturgia. Hay un parque infantil y aspersores para que los niños jueguen con agua. También está cerca de una estación de tren y hay mucho aparcamiento. He planeado una liturgia de sanación interreligiosa en español porque, según tengo entendido, muchas de las familias reunidas son de Sudamérica, pero también las hay de Asia, el Caribe y África. En ese caso podría ser necesario contar con intérpretes y las escuelas podrían atender esas necesidades.
Chiquis Rivera reflexiona sobre su relación y distanciamiento de
65: 13, 14) Segun ku nos ta yuda otro hende krese espiritualmente pa yega na e punto kaminda “nan no ta [parti] di mundu,” nos ta fortalesé nos determinashon pa keda separá for di mundu. -Juan 17: 14, 16; Rom.
Cuando la oposición de un compañero, tal vez incluyendo la restricción física, ha hecho imposible seguir la verdadera adoración y ha puesto en peligro la espiritualidad del creyente, entonces algunos creyentes han encontrado necesario separarse.
Un documento publicado por el Programa de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud afirma: “Los estudios han demostrado que los niños abandonados y separados de sus madres se vuelven infelices y depresivos, a veces hasta el punto de entrar en pánico”.
En cuanto a los valores morales, los Testigos de Jehová enseñan a sus hijos a mantenerse alejados de conductas, prácticas o incluso actitudes que, aunque comunes en el mundo actual, pueden acarrearles daños a ellos mismos o a los demás.
Los padres pueden determinar si utilizarán este material durante una parte de su velada de Adoración Familiar, cuando realicen un estudio por separado con alguno de sus hijos o cuando entrenen a un niño para que realice su propio estudio personal.
Lanzamiento del telescopio espacial James Webb
Durante tres meses, el pastor Jorge Grieve luchó contra el cáncer. No entendíamos por qué Dios permitía que uno de sus fieles hijos, que había dedicado toda su vida a su servicio, sufriera tanto. Pero su muerte resultó ser más difícil de lo que pensábamos. Aunque tenemos la esperanza de la resurrección cuando Jesús vuelva, la separación seguía siendo dolorosa. Luego nuestros hijos crecieron, se graduaron, se casaron y dejaron nuestro hogar. Aunque sabíamos que ese momento llegaría, la separación seguía siendo dolorosa para nosotros.
La Biblia nos enseña que, a causa del pecado, las personas están alejadas unas de otras y de Dios. En la Creación, Dios hizo todo perfecto. Tomó arcilla, la formó, sopló en ella y el hombre cobró vida (Génesis 2:7). Unió al hombre y a la mujer (versículo 22), los hizo una sola carne y los colocó en el Jardín del Edén (versículos 15, 24).
Pero el pecado arruinó el designio de Dios y trajo la separación. Cuando Adán y Eva pecaron, la separación se convirtió en una dolorosa realidad para ellos y sus descendientes. El pecado llevó a la muerte, que no es más que la separación entre el cuerpo y el aliento de vida. El pecado también trajo la separación entre el hombre y la mujer. En lugar de comportarse como una sola carne, culparon a los demás de sus acciones pecaminosas (Génesis 3:12, 13). Sobre todo, el pecado nos alejó de Dios. “Vuestras iniquidades os han apartado de vuestro Dios” (Isaías 59:2).