Diferencia entre despido nulo e improcedente

Escrito por Juan Gomez De Laserna

Abogado de familia y colaborador en medios especializados


En el ámbito laboral, los términos despido nulo y despido improcedente se utilizan para describir dos tipos de ceses laborales con implicaciones legales distintas. Entender la diferencia entre ambos es crucial para los trabajadores y empleadores, ya que determinará los derechos y obligaciones de cada parte.

Despido declarado nulo: derechos y repercusiones del trabajador

Cuando un despido es declarado nulo, significa que se ha producido de manera ilegal y, por lo tanto, el trabajador tiene el derecho a ser readmitido en su puesto de trabajo y a recibir los salarios que se le deban desde la fecha del despido hasta la de la readmisión.

Además, el trabajador también tiene derecho a:

Prestaciones por desempleo: Si el trabajador ha estado cobrando prestaciones o subsidios por desempleo durante el tiempo transcurrido desde el despido hasta la readmisión, la empresa debe devolver a la entidad gestora de las prestaciones por desempleo las cuantías percibidas por el trabajador.

Indemnización: Si el despido es declarado nulo por una razón de discriminación o vulneración de derechos fundamentales, el trabajador también tiene derecho a una indemnización.

A nivel de repercusiones, un despido nulo puede llevar a la empresa a enfrentarse a sanciones por parte de la autoridad laboral o incluso a juicios laborales. Además, la empresa debe asumir el costo de los salarios no pagados y, en algunos casos, de la indemnización.

Es importante que el trabajador busque asesoramiento legal para asegurarse de que sus derechos se respetan en caso de un despido nulo.

Todo lo que debes saber sobre el despido improcedente

El despido improcedente es aquel que no se ajusta a la ley por falta de causa o por no cumplir los requisitos formales exigidos. Algunos de los motivos que pueden hacer que un despido sea declarado improcedente incluyen:

  • Despido por causas objetivas sin justificación suficiente.
  • Despido disciplinario sin una falta grave y culpable del trabajador.
  • No comunicar por escrito al empleado la causa del despido.
  • No respetar el período de preaviso.

Si el despido es declarado improcedente, la empresa tiene dos opciones: readmitir al trabajador o indemnizar con 33 días de salario por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades.

Es importante que el trabajador impugne el despido en un plazo de 20 días hábiles tras recibir la carta de despido. Si el trabajador no impugna en ese plazo, el despido se considerará procedente.

El juicio por despido improcedente puede durar varios meses. Durante ese tiempo, el trabajador puede solicitar el paro. Si finalmente se declara la improcedencia y la empresa opta por la readmisión, el trabajador deberá devolver las prestaciones por desempleo percibidas.

Además, el trabajador puede solicitar una indemnización por daños y perjuicios si puede demostrar que el despido fue discriminatorio o vulneró sus derechos fundamentales.

Recuerda, un despido nulo es aquel que viola los derechos fundamentales del trabajador, como la discriminación o el despido durante un permiso de maternidad. Es como si nunca hubiera ocurrido, por lo que el trabajador debe ser reincorporado a su puesto.
Por otro lado, un despido improcedente ocurre cuando el empleador no puede justificar el despido o no cumple con el procedimiento legal requerido. En este caso, el empleador puede optar por readmitir al trabajador o pagar una indemnización.
Es vital que consultes con un abogado laboral si te encuentras en alguna de estas situaciones, para proteger tus derechos y asegurarte de que se te trate de manera justa.

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